Desde hace siglos, arqueólogos y expertos en civilizaciones antiguas han desenterrado fascinantes obras de arte rupestre, esculturas y figuras talladas que dejan una interrogante abierta: ¿nuestros ancestros intentaban documentar lo que veían o simplemente recreaban aquello que imaginaban?

En diversas partes del mundo, como las líneas de Nazca en Perú, las pinturas rupestres de Val Camonica en Italia o las figuras humanoides de Tassili n’Ajjer en Argelia, aparecen representaciones que, para el ojo moderno, tienen un parecido innegable con lo que hoy llamamos “extraterrestres”. Grandes ojos almendrados, cuerpos estilizados y objetos que parecen naves surcando los cielos se repiten en culturas que nunca estuvieron conectadas entre sí. ¿Coincidencia, inspiración divina o un encuentro real con seres de otro mundo?

¿Qué dice la ciencia?

Los historiadores suelen señalar que estas figuras podrían ser símbolos religiosos, deidades o representaciones abstractas de mitos locales. Sin embargo, los defensores de la teoría de los antiguos astronautas sugieren que estos detalles no son casualidad. ¿Cómo explicar el nivel de detalle en figuras que parecen portar cascos, trajes espaciales o dispositivos tecnológicos?

Erich von Däniken, uno de los principales defensores de esta hipótesis, argumentó que los pueblos antiguos pudieron haber sido testigos de visitas extraterrestres. “Si observamos estas figuras con los ojos del siglo XXI, parece que describen algo que va más allá de su conocimiento”, escribió en su obra Recuerdos del futuro.

¿Certeza o misterio?

Aunque no hay evidencia concluyente, las preguntas siguen flotando en el aire. ¿Por qué culturas separadas por miles de kilómetros y años representaron figuras tan similares? ¿Es posible que estas imágenes sean un legado visual de encuentros que nunca entendieron del todo?

Lo cierto es que estas figuras desafían nuestra comprensión y alimentan nuestra imaginación. Quizá nuestros antepasados dibujaron lo que vieron, y esas imágenes quedaron grabadas como testigos silenciosos de un posible contacto. O tal vez, sus mentes soñadoras miraron al cielo y se dejaron llevar por un mundo de fantasías cósmicas.

¿Y tú, qué opinas? ¿Un reflejo de su imaginación o evidencia de algo más grande? 

(Este artículo forma parte del sitio “Contacto Extraterrestre”, donde exploramos los misterios más intrigantes de nuestro pasado y su conexión con el cosmos).